martes, 31 de mayo de 2016

6. Programación

Realmente, ¿sabemos la dedicación y el esfuerzo que invierten los profesores para hacer las clases? A simple vista, parece muy fácil. Pensamos que algunos solo calientan la silla, otros que fomentan la desforestación por sus fotocopías y pocos que consideramos buenos docentes. Haciendo referencia a los del primer tipo, ¿cuántas veces nos hemos dicho algo como "podría salir a la pizarra y explicar mejor la lección"? Pero no nos damos cuenta de todo aquello que hay detrás, es decir de la organización de las clases (la estructura que posee como finalidad  lograr una serie de objetivos durante un período de tiempo específico). Por el motivo mencionado, hoy hablaremos un poco tanto de la formas en las que se enseñar unos conocimientos como las herramientas que favorecen este proceso. 







El aprendizaje por objetivos (aquel método que establece unas finalidades determinadas que los alumnos deben conseguir) fragmenta el contenido en subunidades para adquirir las competencias lingüísticas deseadas. Este modelo se basa en la taxonomía de objetivos de la educación propuesta por el psicólogo americano Benjamin Bloom como recoge la siguiente imagen:  




Por lo tanto, un forma de interpretarlo sería como una especie de progreso donde el estudiante va subiendo los "peldaños" hasta alcanzar la meta. Prácticamente, todos los profesores querían acabar el temario en una hora y, cuando no era así, decían una de estas dos míticas oraciones: 






Teniendo en cuenta el sistema que llevaban a cabo los profesores de mis lenguas maternas, puedo asegurar que se trataba de una metodología deductiva (aquel que explica un fenómeno sobre aspecto concreto para, más tarde, llegar al conocimiento). Primeramente, se nos enseñaba la regla con unos ejemplos que teníamos que aplicar en unas actividades y, finalmente, corregirlas. Sin embargo, la mayoría de clases de francés e inglés tanto del colegio como de la universidad también seguían este proceso. Por el contrario, la inductiva (aquel que mediante una serie de casos particulares se extraiga la regla en cuestión) ha estado más presente en los cursos intensivos o en las academias. Así pues, nos debíamos estrujar el coco hasta averiguar el cómo o el porqué. 

Entre los ejercicios que he realizado, se encuentran el aprendizaje basado en proyectos (aquel que exhibe una situación real para aprender) como he visto en las innumerables asignaturas de estudio de casos en Lenguas Aplicadas. Simplemente, te exponían un caso que debías proponer una solución y el cual se relacionaba las lenguas con la educación, la empresa, la sociedad, la tecnología y la cognición (o mente). El problema era que el resultado normalmente tenía que ir acorde con lo que pensaba "conveniente" el profesor: una llave para cada cerradura. No obstante, los que más he tenido era prestar atención a todo lo que me dictaban para ir copiando las frases literalmente en la libreta. Realmente, lo único que haces es memorizar unas fechas o unos acontecimientos para repetirlos o "vomitarlos" (perdonad por la expresión/grosería) en el examen. Por ese motivo, (casi)todos preferíamos hacer warm-up (una breve actividad como precalentamiento), open-ended activities, tareas de comunicación (tareas centradas en la comunicación), etc. 


Típico ejercicio de open-ended activity

Respecto a las últimas mencionadas y como manera de fomentar las relaciones sociales o el compañerismo, la gran parte de los trabajos han sido en grupo. Realmente, prefiero ir con otras personas e intercambiar opiniones siempre y cuando cada uno haga la faena equitativamente. Claro que es inevitable que todos hagamos lo mismo pero que al menos sea un hoy por ti, mañana por mí. La vida me ha enseñado con quien ir y, por eso, tiendo a hacer la faena con los mismos compañeros ya que me enerva el hecho de que un individuo sin hacer nada merezca la nota que se han ganado los demás (impartiendo justicia). 

Espero que ahora sepáis que no es fácil organizar una clase de idiomas. La siguiente entrada tratará sobre los recursos lingüísticos, ¡hasta la próxima!   

lunes, 30 de mayo de 2016

5. Cómo llegar


El término currículm se refiere al documento que agrupa los datos personales e historia profesional de un individuo para optar a un puesto de trabajo. Desde mi humilde experiencia, supongo que la gran mayoría de nosotros se ha roto la cabeza redactando alguna vez uno. No obstante, la palabra muestra otro significado dentro del ámbito educativo. Los currículums (contenido académico y medidas tomadas durante un programa educativo para enseñar una materia) permiten organizar un curso para que los estudiantes logren aprender un conjunto de objetivos. Todos hemos visto el cuadro de contenidos que presentan al comienzo de los libros. Pero, ¿es solo un índice o su función va más allá de ubicarnos?






A continuación, se exponen ciertos factores que habitualmente influyen en la elección de un currículum u otro como los alumnos, la comunidad de hablantes, el nivel (CEFR), el rol del profesor, los objetivos y el tipo de lengua impartida (primera o segunda).

Generalmente, el gramatical (aquel que se base en la gramática normativa junto con sus componentes e incluso la traducción) tiene una mayor presencia en las lenguas materna. El contenido es puramente gramatical y en el cual se ven casi todas las ramas de la lingüística como la morfología, la sintaxis, la semántica, la pragmática, etc. Por ejemplo, al principio se empezaba por los nombres junto con sus propiedades, luego los adjetivos, verbos, adverbios, etc.


Lengua y literatura española de 1 ESO, editorial Santillana


El situacional (aquel que se centra en el empleo de una lengua según una situación concreta) restringe la enseñanza de un idioma a un contexto determinado. Muy parecido a este es el funcional (aquel que prioriza el habla como instrumento de comunicación). En mi caso, el italiano y el portugués eran una mezcla de ambos. Se basaban en un "lenguaje para viajar", es decir, en estructuras y vocabulario necesario para mantener una conversación. Los temas eran muy específicos como la comida, el transporte, el tiempo, y otras temáticas habituales.  


Programa de algunos portfolios en italiano


El estructural (aquel que jerarquiza el contenido según el nivel de dificultad) lo he visto en gran parte de las asignaturas que he cursado. De este modo, el contenido se da del más básico al más complejo. La verdad que, en mi opinión, es mejor hacer caso al dicho de no empezar la casa por el tejado. Independientemente de las circunstancias mencionadas anteriormente, una lengua no se aprende en tres días como muchos piensan y, aunque un individuo sea capaz de memorizar unas frases o expresiones, no significa que sepa hablar una lengua (solo repite). Además, si se posee una buena base, será mucho más fácil continuar estudiando la lengua en cuestión. 

Finalmente, los proyectos (aquel que mediante una investigación o trabajo pretende enseñar un aspecto lingüístico o conjunto de ellos) han sido en gran medida con los comentarios de textos en literatura catalana y castellana. Simplemente, se hacían grupos para analizar fragmentos de obras como lecturas, poemas, etc. No sabéis lo mucho que odio descomponer los recursos literarios e intentar entender el significado que querían dar a través de metáforas, símiles u otros (a mi parecer, que ni ellos mismos comprendían). ¡Dios que mala he sido siempre, no daba ni una!


El primero también fue el grupo pero he preferido borrar los nombres de los compañeros
  
Por último, me gustaría hacer referencia al Marco común europeo de referencia para las lenguas (Common European Framework). Este "barómetro" tiene el objetivo de medir el nivel que posee un individuo en referencia a una lengua. Para ello, emplea unas condiciones que debe presentar la persona para hacerse una idea de su competencia lingüística. Por ejemplo, los certificados oficiales y muchos otros se rigen por este modo.




Espero que habéis reflexionado sobre los diferentes currículums existentes. La siguiente entrada tratará sobre la organización de las clases ¡hasta la próxima!   

martes, 24 de mayo de 2016

4. Billete de ida y vuelta

El aprendizaje de idiomas se podría comparar en parte a viajar. Pensemos que la sensación de empezar una nueva lengua es como hallarte en un sitio donde nunca habías estado. A medida que vas practicando, comienzas a ubicarte en el lugar y a sentirte más cómodo. Pero sabemos que las ciudades se puede visitar de mil maneras igual que se puede estudiar un idioma. Dicho esto, hoy hablaremos sobre las metodologías para la enseñanza de lenguas (aquellos recursos mediante los cuales se puede adquirir un idioma) y ¡ver las diferentes formas para conocer mundo! 








En primer lugar, tenemos la gramática-traducción (aquella que intenta buscar los esquivalentes gramaticales entre dos lenguas). Es decir, hacer una comparación para ver las diferencias junto con las semejanzas de la lengua materna y la segunda lengua. Tal como he mencionado en mis últimas entradas, la enseñanza que tuve de latín se basaba exclusivamente en la traducción.




El método directo (aquella cuyo objetivo es instaurar un vínculo entre el concepto y la palabra sin el uso de la lengua materna) ha permanecido sobre todo durante la enseñanza de segundas lenguas. En general, el aprendizaje se realiza a través de explicaciones con dibujos, indicaciones, paráfrasis y otros recursos. Por ejemplo, ¿cuántas veces habremos escuchado la frase in English please en clase de inglés? Simplemente, un equivalente a ¿De qué te ríes? Dilo en voz alta y así nos reímos todosDe este modo, la habilidad más fomentada es el habla mediante la autocorrección, la conversación, el dictado, la lectura en voz alta, etc. El problema es cuando te identificas con la segunda fotografía:




Otro que prioriza el habla es el audio-lingual (aquella que pretende crear una relación entre la imagen visual y la palabra). Cabe resaltar que su objetivo es construir estructuras gramaticalmente correctas además de lograr una buena pronunciación. En mi caso, este sistema se daba de forma puntal en gran parte de las clases, aunque en portugués estuvo muy presente. Por ejemplo, reproducían una grabación o vídeo para que luego lo repitiéramos.  

Con una pequeña diferencia, encontraríamos el comunicativo (aquella que intenta desarrollar la competencia comunicativa teniendo sobre todo en cuenta el mensaje). A diferencia del anterior, se pretende crear frases o expresiones con significado donde la interacción entre los alumnos es clave. Aunque, como he dicho previamente, no puedo especificar la lengua concreta en la que he seguido este procedimiento, muchas veces he tenido un ratito para hablar en parejas o tríos sobre algo en concreto. En italiano, nos dejaban unos minutos para recrear una situación como pedir una cita, comprar un billete de tren, reservar una habitación, etc. 




La inmersión lingüística (aquella que emplea una segunda lengua para impartir algunas materias para que los aprendices sean competentes en el idioma en cuestión) forma parte de mi vida. Sin andar más lejos, Cataluña utiliza este recurso para que sus habitantes aprendan el catalán impartiendo las clases no lingüísticas como ciencias naturales, sociales, educación física, etc. Además, el Erasmus podría incluirse en ella dado que las explicaciones gramaticales en las asignaturas de italiano o portugués eran en inglés.



La primera fotografía es una clase de la Universidad Pompeu Fabra (Poblenou) mientras que la segunda es una aula de la Universidad de Leeds (Michael Sadler Building)


Otras formas que han usado muy puntualmente en mi educación es la suggestopedia (aquella que enfatiza la predisposición y el entorno donde se sitúa el estudiante). No sabéis cuánto me recuerda a la profesora de inglés que tuve en Leeds. Hablaba siempre con una voz so calm cuando nos decía: can you discuss it together? Together, together... mientras hacía parejas con las manos, hasta que se percataba que éramos impares y dudaba por unos instantes y murmuraba mmm, well you as a three. Gran paciencia que debía tener la pobre mujer con los españoles ya que siempre nos sentábamos y acabábamos hablando castellano entre nosotros independientemente de las innumerables ocasiones que nos rogaba no sentarnos juntos. También los enfoques basados en proyectos (aquella que se centra en hacer un trabajo según los intereses o motivaciones de los alumnos). Creo que he hecho prácticamente de todo: crear un programa de radio, hacer mi propio blog (como este), escribir un artículo o una reseña para el diario, una receta culinaria, una investigación sobre las variantes del inglés, etc. 

En general, considero que hay algunas metodologías que son mejores en comparación con otras. Sin embargo, debemos tener en cuenta las necesidades y los propósitos que tienen los alumnos. Personalmente, de todas ellas prefiero la inmersión lingüística o el método directo porque son las formas en las que realmente puedes desarrollar tu potencial y aprender mucho más de lo que está escrito en los libros. 

Espero que os hayáis hecho una idea sobre las distintas metodologías para la enseñanza de lenguas y cuáles creéis que mejor se adaptan a vosotros. La siguiente entrada tratará sobre los currículums, ¡hasta la próxima!   

jueves, 19 de mayo de 2016

3. Itinerario

¿Cuántas veces habremos escuchado a lo largo de nuestra vida la frase Todos los caminos conducen a Roma? Podemos afirmar con seguridad que durante un período de tiempo la expresión fue cierta, es decir, que aunque los recorridos fueran distintos, todos llevaban al mismo objetivo independientemente de su concurrencia, condición o extensión. Tal como vimos en la anterior entrada, existen un gran número de metodologías para la enseñanza de lenguas junto a diferentes teorías psicológicas (aquellos recursos cuyo propósito es describir los procesos implicados en el aprendizaje lingüístico) que realizamos los seres humanos. 




Como sugerí en la última ocasión, hablaré exclusivamente sobre aquellas que haya tenido la oportunidad de experimentar. En primer lugar, comentaré la más tradicional, el conductismo (aquella que estudia la conducta humana mediante la observación). Principalmente, se basa en categorizar de correcto e incorrecto y repetir como un loro. En mi caso, la mayoría de las asignaturas tenían una parte de este carácter: en latín y las declinaciones o en castellano y las preposiciones, en inglés y la única posible según el profesor, los "gomets" o adhesivos de colores que ponían en los ejercicios como señal de buen trabajo, etc.




Totalmente contraria a la anterior, es el cognitivismo (aquella centrada en el proceso que realiza el individuo para, finalmente, llegar a aprender). Es decir, no hay una única repuesta, sino que lo verdaderamente importante es la comprensión hasta llegar a ella. Me acuerdo de las clases de filosofía en el que todo era reflexionar y estrujarse el cerebro. También en clases de inglés, donde se otorgaban una serie de pistas como dibujos y frases sin completar para averiguar el significado de las palabras. Sinceramente, creo que es la forma idónea para memorizar ya que asocias una idea con un concepto o lugar.

Continuamos con el humanismo (aquella que valora la interacción personal entre los estudiantes). A mi parecer, fomenta la libertad tanto de actuación como de expresión un hecho que durante el aprendizaje es bastante limitado. Con ello, me refiero a que el modelo educativo pretende que todas las personas logremos un conocimiento básico. En las asignaturas de italiano y portugués, se nos ofreció escoger el contenido de todo el curso e incluso hacíamos roles delante de los compañeros. También, aunque no suelo intervenir en las explicaciones de los profesores, tengo muy buenos recuerdos con escritos de temática libre. Ya de pequeña me apasionaba la idea, como podéis ver:


¿Qué se me pasaría por la cabeza cuando escribí este juego tan ingenioso de palabras?


Por último, el constructivismo y socioconstructivismo (aquellos que consideran el aprendizaje como un proceso creciente). El conocimiento es progreso, se va adquiriendo desde el inicio y va creciendo con el paso del tiempo. Se trata de un punto intermedio donde los alumnos pueden desarrollarse de forma autónoma pero siguiendo las indicaciones del docente. Sin ninguna duda, con las redacciones en inglés que te dan un par de frases con diferentes ideas que tienen que salir en el texto.  


Cuando liberamos la imaginación, ofrecemos lo mejor de nosotros mismos


Espero que hayáis reflexionado con las diversas teorías psicológicas y cuáles habéis experimentado en vuestra educación. La siguiente entrada tratará sobre las metodologías para la enseñanza de lenguas, ¡hasta la próxima!

lunes, 9 de mayo de 2016

2. Lista de equipaje

A medida que hemos ido creciendo, hemos experimentado distintos cambios tanto en nosotros mismos como en el entorno. Una caso en su medida parecido es la educación. Por ejemplo, durante nuestra escolarización, la mayoría hemos ido aprendiendo mediante diferentes recursos según el profesor cuando impartía las clases. Hoy en día, existen un gran número de medios para la enseñanza de lenguas como las llamadas teorías lingüísticas (metodologías empleadas para aprender una lengua); sin embargo, únicamente comentaré aquellas que he tenido la ocasión de probar. 






En primer lugar, tendríamos la gramática tradicional (aquella que consiste en la categorización de los elementos lingüísticos en distintas clases). En mi caso, este tipo de procedimiento se llevó a cabo tanto en mis primeras lenguas como en algunas de mis segundas lenguas. Por ejemplo, en latín, las clases se basaban en la traducción de esta lengua al catalán o castellano o viceversa: 


Tal como siempre nos decía los viernes antes de marcharnos: "Comidita para el fin de semana"


Otros elementos característicos serían la memorización como los verbos irregulares en inglés y la corrección de ejercicios:

En segundo lugar, tendríamos el estructuralismo (aquella que define la lengua como un conjunto de elementos interdependientes). Se le da mucha importancia al habla y, por tal motivo, es representada por la repetición y los diálogos entre otros. También, las actividades llamadas filling the gap, transformation, etc. Principalmente, este tipo de enseñanza lo tuve en inglés, italiano, francés y portugués:


En tercer lugar, estaría la gramática generativa (aquella que, mediante un conjunto de reglas, permiten determinar el lugar de un elemento lingüísto en una posición gramaticalmente correcta de la oración). Sobre todo en catalán y castellano haciendo árboles sintácticos e incluso en inglés (para ver las ambigüedades). 


Finalmente, la lingüística textual (aquella que toma en consideración la situación además de las reglas gramaticales). Prácticamente, en mi caso, se restringe a las exposiciones orales y en todos los idiomas como Le pont des ArtsTradizioni catalaneLady Diana, etc

Supongo que como el resto, los libros y las fotocopias han predominado en la mayor parte de nuestras asignaturas (para mi desgracia y la de muchos otros, generalmente en formato analógico). Es decir, nuestras mochilas estaban repletas de sabiduría que cargábamos a nuestras espaldas (excepto por las que incorporaban ruedas que apenas podías levantar del suelo). Como podéis ver en la siguiente imagen, están algunos de los que he utilizado en inglés durante la secundaria, bachillerato y en las academias en este mismo orden.



Y también los de francés:


Como habéis podido comprobar, la mayoría de las actividades que hacía eran escritas aunque también orales como representaciones de una situación concreta vídeosmúsica. Por ejemplo, en primaria cantábamos canciones como Head, shoulders, knees and toes; One potato, two potatoes; Ten green bottles y muchas más de las cuales no recuerdo el nombre. Asismismo, cuando estuve en la Escola Oficial D'Idiomes, hicimos Je l'aime a mourir; Non, je ne regrette rien, etc.







Debemos tener en cuenta otro factor muy importante: el contexto (situación comunicativa en la cual se desarrolla la producción lingüística  tanto oral como escrita). Normalmente, me han impartido clases en una aula fuera la academia, la escuela, el instituto o la universidad; sin embargo, hubo un tiempo en el que tenía que ir al laboratorio de ciencias, al patio o incluso a un huerto (sí, habéis leído bien, teníamos un huerto en el colegio). 

Espero que os hayáis podido hacer una pequeña idea de las teorías lingüísticas y su aplicación práctica. La siguiente entrada tratará sobre las teorías psicológicas, ¡hasta la próxima!