domingo, 19 de junio de 2016

9. Regreso

Como todo viaje, siempre hay un final. Nos cuesta decir adiós y volver a la rutina; sin embargo nos tranquiliza recordar aquellos momentos que hemos vivido y que nunca olvidaremos. Algo parecido me ha ocurrido al realizar este blog: alejarme en cierto modo de los hábitos y ganar experiencias nuevas. Así pues, para cambiar un poco, la última entrada de este blog se centrará en las tecnologías en la enseñanza de lenguas (el conjunto de instrumentos y metodologías técnicas utilizados en el aprendizaje de idiomas) que tan presentes están en la actualidad. 






Normalmente, cuando hablamos de aprender una lengua, nos imaginamos sin pensarlo dos veces en una clase. Sin embargo, hay múltiples formas distintas para estudiar un idioma como, por ejemplo, a través de las nuevas tecnologías. En mi caso, durante los contextos formales (aquel que se refiere a la enseñanza por parte de una institución), utilizaban juegos en línea, música y vídeos entre otros para mostrarnos diferentes aspectos gramaticales. Mientras que en los informales (aquel cuya enseñanza es promovida fuera de un entorno académico) estaba mucho más presente. Por ejemplo, cuando me preparaba para hacer el First Certificate, en vez de apuntarme a una academia, preferí intentarlo por mi cuenta. Así que, durante unos tres meses, empleaba recursos en línea como libros escaneados, ejercicios, pruebas de comprensión oral, etc.




Por otro lado, para reforzar mi nivel de francés, me descargué la aplicación DuoLingo para recordar el léxico básico y entrenar un poco más fuera del aula:




En el caso específico de la universidad, gran parte del contenido de las asignaturas se almacena en un Entorno virtual de aprendizaje (una plataforma educativa en la web) llamado Aula Global / Moodle. De este modo, puedes encontrar a tu alcance los materiales y la teoría que ha dado el profesor en clase. La verdad es que se agradece no dejarte la mano tomando apuntes o gastando un número infinito de hojas. Desde mi punto de vista, creo que posee muchas ventajas ya que puedes consultarlo siempre que quieras y prácticamente en cualquier lugar. Lo único que no me gusta (supongo que solo afecta al de la Pompeu Fabra) es el hecho que ya no puedo acceder al primer curso. 




La primera imagen es el antiguo Aula Global, mientras que la segunda es el actualizado

Otra manera que sale del ámbito formal son las redes sociales. En realidad, tienen un gran impacto en nuestro conocimiento dado que tendemos a compartir un gran volumen de información. En el caso de Facebook, sigo páginas cuyo contenido está totalmente en inglés, por ejemplo, The Tabs Leeds o de la misma universidad como artículos, vídeos, entrevistas, etc. Es una manera de aprender un poco de sintaxis y palabras que nunca había oído antes porque son bastante coloquiales o inusuales (en mi grado suelen enseñarnos con un alto grado de formalidad). Además, tengo personas agregadas cuya lengua materna es el inglés o el francés y van publicando a menudo con lo que acabo aprendiendo sin darme cuenta.  Fuera de este tipo de contexto, la simple acción de leer el periódico nos sirve para aprender lenguas. Es decir, hay muchos vocablos que provienen de lenguas extranjeras y que son utilizados cada día. Así pues, se van integrando en nuestro idioma como best-seller, cupcake, meeting, etc. También navegando por Internet vemos anuncios, blogs o tutoriales en otros idiomas. En general, pienso que el inglés se está imponiendo cada vez más en la vida diaria y del cual podemos sacar provecho.

Con todo lo que he mencionado anteriormente, puedo decir que mi Entorno personal de aprendizaje (concepto referido a la gestión del aprendizaje por el mismo estudiante) se divide en dos partes. Por un lado, la parte más profesional que utilizo para conseguir información tanto personas especializadas como instrumentos. Al cursar Lenguas Aplicadas, normalmente visito foros que tratan asuntos lingüísticos, diccionarios bilingües y corpus para hacer las tareas. Por otro lado, la parte más personal en el sentido de que no va estrictamente relacionado con mi formación como vídeos y música en Youtube, series de televisión (como Friends), libros, etc.




Finalmente, quiero despedirme y agradecer a todas las personas que han leído Words as Worlds. Espero que hayáis aprendido conceptos, os haya gustado mi experiencia tanto de alumna como de futura profesional especializada en lenguas y que nunca dejéis de aprender, porque la vida nunca deja de enseñar. 



sábado, 18 de junio de 2016

8. Valoración general

En alguna ocasión, hemos rellenado una encuesta mediante un adjetivo, un número o un símbolo. De este modo, se obtiene información y, dependiendo de esta, se llevan a cabo unas medidas u otras. Un caso parecido es la evaluación (la valoración de la actitud, los conocimientos y el rendimiento que muestra un estudiante) que nos permite ver el reflejo de aquello que hemos ido realizando a lo largo del curso. Por ello, hoy explicaré las diferentes maneras que existen y, como no, un granito de mi experiencia.






Supongo que, dependiendo de la institución y la etapa educativa, utilizaban un método u otro para evaluar a los alumnos. Por ejemplo, en primaria, no utilizaban números la nota final, sino que la hacían de forma cualitativa, es decir, usando adverbios o comentarios sobre la actitud, el progreso, el interés, etc. De este modo, no había tanta competitividad en comparación a la cuantitativa, que representan al alumno con una cifra.  


Ejemplo de análisis cualitativa


En primer lugar, la formativa (aquella que recoge información para organizar el currículum además de observar los puntos fuertes y flacos de la metodología llevada a cabo) no ha sido muy común. Sin embargo, me sorprendió que, una vez acabada una asignatura en la universidad, podías evaluar tanto a los profesores como la puntualidad, los recursos, etc. Aunque no esté relacionado estrictamente con las lenguas, un ejemplo es una encuesta que lleva a cabo la universidad sobre algunos aspectos tal como se ve en la siguiente imagen:



Por el contrario, la sumativa (aquella que permite proporcionar información sobre el nivel que tiene un alumno sobre unos determinados contenidos) se remite a la mayoría de cursos. Por ejemplo, una gran parte de la puntuación de la asignatura se basaba en un examen, una presentación oral, un trabajo, etc.

Definición gráfica de mi estudio

Definición gráfica al entregar el examen

Definición gráfica cuando sé que están las notas

Cabe destacar que en el colegio se le daba mayor importancia al progreso, es decir, a la evolución realizada durante todo el curso y mediante parciales, mientras que en secundaria y la universidad, la evaluación era más bien final de tipo sumativo.

Otros tipos estrictamente relacionados con el currículum, son la ipsativa (aquella empleada con el fin de comprobar los conocimientos de los alumnos para, de este modo, planificar el currículum) se ha centrado más en la universidad. Como los docentes ni tenían un punto de referencia ni sabían el nivel que teníamos en inglés o en francés, nos obligaban a hacer una especie de test conocido como prueba diagnóstica para luego dividirnos en grupos según la puntuación obtenida. Luego, las academias suelen regular las clases en criterios según las competencias definidas por el Marco Europeo de Referencias para las Lenguas. Antes de empezar, nos hacían una prueba de nivel para entrar en un curso u otro. Este refuerzo extraescolar normalmente va dirigido a aprobar los exámenes de certificados de idiomas y, por ese motivo, se centran tanto en seguir al pie de la letra las recomendaciones que da la Unión Europea.

En referencia a los exámenes, creo que he hecho todo los tipos posibles. En ciertos casos, nos dejaban materiales que los simulaban para podernos hacer una idea de la mecánica. Aunque dependiendo de la lengua y la finalidad, habían algunos que resaltaban más que otros. En algunas se le daba más prioridad a la interacción con los compañeros y hacíamos trabajos en grupo; en las lenguas extranjeras, hacíamos muchas exposiciones orales; y, finalmente, en mis lenguas maternas, hacíamos tanto dictados como comentarios de texto para analizar y repasar todo aquello que habíamos visto previamente.

Otro caso, fue cuando me preparé para el First Certificate; solo hacía la parte de gramática y comprensión lectora. En la primera parte, era sobre todo actividades de elección múltiple, de rellenar espacios, de transformación, etc. Este también fue el más largo que he llevado a cabo en toda mi vida (entre cuatro y cinco horas seguidas). Nunca olvidaré el momento en que me dieron unos auriculares para hacer la parte de comprensión oral ya que éramos cientos de personas que nos presentamos. Claro, el problema era que a todo el mundo le funcionaran, que se escuchara bien, que el volumen fuera el adecuado, etc. Resumen: todo un espectáculo.


Ahora entendéis la razón por la cual usábamos los cascos, ¿verdad?

En general, creo que la enseñanza tendría que corresponder a las necesidades de los alumnos. Desde mi experiencia, he visto que hay ciertas metodologías y herramientas que no me acaban de convencer (por ese motivo, he vetado ciertas academias) aunque, ¡también me ha servido para experimentar cada una de ellas!

Espero que hayáis aprendido sobre las distintas formas de evaluación junto con sus características principales. La siguiente entrada tratará sobre las tecnologías en la enseñanza de lenguas, ¡hasta la próxima!   

martes, 7 de junio de 2016

7. Atracciones turísticas

Los cinco sentidos del ser humano son la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. Gran parte de nosotros tiene uno más desarrollado respecto a los demás. Es decir, poseemos mayor habilidad o facilidad en comparación al resto. Puede aplicarse también a las competencias lingüísticas a nivel tanto oral como escrito. Por este motivo, hoy comentaremos los recursos didácticos (todos aquellos instrumentos empleados para la enseñanza) dividiéndolos según la percepción que afecte. 






Para empezar, las actividades de comprensión oral (aquella basada en la interpretación auditivaeran de lejos las que menos practicábamos. Es obvio tratándose de lenguas maternas pero la razón de su baja frecuencia eran los materiales necesarios. Por ejemplo, en mi colegio teníamos solo un radio cassette para toda primaria. Resultado: siempre estropeado o fuera de servicio. Luego, ya en secundaria, se introdujeron los primeros ordenadores en las aulas y parecía que realmente se fomentarían más (ingenuos), sin tener en cuenta la competencia ofimática de los docentes (ej. buscar Google en Google) aunque debo admitir que muchos de ellos han mejorado notablemente.


Sé que es cruel pero es inevitable reírse 


Mayoritariamente se hacían en las lenguas extranjeras. Por ejemplo, escuchábamos documentos en formato audio como los CD que venían con los libros y puntualmente vídeos sobretodo de Youtube, mientras que los listening de italiano eran las mismas profesoras recreando un diálogo con el vocabulario del temario. Lo más gracioso era la cara de los alumnos que tenían la sensación de haber oído antes esas voces. Tal como dije en alguna entrada previa, nos daban una hoja con la letra de una canción y debíamos rellenar los huecos acorde con lo que decía el cantante o, directamente, nos facilitaban las palabras.Ya, por último, durante mi intercambio en Leeds, nos ofrecían la posibilidad de hacer un tándem lingüístico, en el cual aprendíamos inglés de un nativo mientras que él hacía lo mismo en catalán o castellano. 

En cambio, la comprensión lectora (aquella que pretende entender lo que se lee tanto en significado como en idea global del texto) es por excelencia la más habitual. Supongo que juntaba prácticamente todas las habilidades lingüísticas (hablar cuando leías en voz alta, aprender vocabulario con las palabras del texto o escuchar cuando alguien leía). Sinceramente, creo que he hecho todos los habidos y por haber: tipo test, hacer un esquema o resumen, comparando con otros textos, relacionando ideas con el contenido, escribir la respuesta unas preguntas, etc. La verdad es que nunca se han restringido a una lengua en concreto sino que más bien formaba parte de todos los currículums. También, como modo de fomentar la cultura (castigo total), nos mandaban para el verano o principio de curso leer un libro que normalmente era específico para hacer finalmente un trabajo. Sin duda, el peor de todos NADA. Además, gran parte de las materias en la universidad hay una bibliografía obligatoria que con (des)gana tienes que leer. Sin embargo, a lo largo del último año, me he leído la saga de The Hunger Games y tengo los de Divergent para leer más the Boy at the Top of the Mountain, del mismo autor que the Boy in the Striped Pyjamas, que me regalaron:


Algunos de los libros más interesantemente obligarios en mi educación

Como cambia la cosa cuando puedes escoger los libros, ¿eh?


Haciendo referencia a la expresión escrita (aquella que se centra en la exteriorización de las ideas mediante palabras), eran los ejercicios que te mandaban después de haber leído un texto. Por ejemplo, cuando estudiábamos alguna clase de escrito fuera argumentativo, un artículo, una crítica, un cuento, descriptivo, narrativo, etc. siempre había de deberes exactamente lo mismo. Generalmente, debías seguir unas pautas a la hora de hacerlo e incluso introducir unas expresiones o vocablos específicos en la redacción. Si te lo mandaban a casa, podías utilizar recursos como los diccionarios, mientras que, en el caso contrario, cuando no sabías la palabra exacta en otro idioma buscabas mil maneras de cambiarlo para evitarla o, simplemente, te la inventabas. Luego, venía la corrección junto con la nota y te dabas cuenta de los errores estúpidos que habías cometido.

Por último, la expresión oral (aquella relacionada con las destrezas lingüísticas para comunicarse) se mantenía absolutamente en todas las asignaturas. Daba igual que el profesor te hubiera llamado la atención en tres ocasiones seguidas y no te creyera cuando pretendías explicarle que era tu compañero el que no callaba. Dejemos ahora las bromas a un lado, en mi caso, he simulado conversaciones o diálogos delante de toda la clase, juegos en equipo donde te dejabas la vida y la voz, etc. Aunque, usualmente, nos obligan a hacer trabajos en grupos o rellenar los espacios entre todos los alumnos. 

Espero que os hayáis podido identificar conmigo en la mayoría de aspectos comentados. ¡La siguiente entrada tratará sobre los diferentes tipos de evaluación, ¡hasta la próxima!