jueves, 19 de mayo de 2016

3. Itinerario

¿Cuántas veces habremos escuchado a lo largo de nuestra vida la frase Todos los caminos conducen a Roma? Podemos afirmar con seguridad que durante un período de tiempo la expresión fue cierta, es decir, que aunque los recorridos fueran distintos, todos llevaban al mismo objetivo independientemente de su concurrencia, condición o extensión. Tal como vimos en la anterior entrada, existen un gran número de metodologías para la enseñanza de lenguas junto a diferentes teorías psicológicas (aquellos recursos cuyo propósito es describir los procesos implicados en el aprendizaje lingüístico) que realizamos los seres humanos. 




Como sugerí en la última ocasión, hablaré exclusivamente sobre aquellas que haya tenido la oportunidad de experimentar. En primer lugar, comentaré la más tradicional, el conductismo (aquella que estudia la conducta humana mediante la observación). Principalmente, se basa en categorizar de correcto e incorrecto y repetir como un loro. En mi caso, la mayoría de las asignaturas tenían una parte de este carácter: en latín y las declinaciones o en castellano y las preposiciones, en inglés y la única posible según el profesor, los "gomets" o adhesivos de colores que ponían en los ejercicios como señal de buen trabajo, etc.




Totalmente contraria a la anterior, es el cognitivismo (aquella centrada en el proceso que realiza el individuo para, finalmente, llegar a aprender). Es decir, no hay una única repuesta, sino que lo verdaderamente importante es la comprensión hasta llegar a ella. Me acuerdo de las clases de filosofía en el que todo era reflexionar y estrujarse el cerebro. También en clases de inglés, donde se otorgaban una serie de pistas como dibujos y frases sin completar para averiguar el significado de las palabras. Sinceramente, creo que es la forma idónea para memorizar ya que asocias una idea con un concepto o lugar.

Continuamos con el humanismo (aquella que valora la interacción personal entre los estudiantes). A mi parecer, fomenta la libertad tanto de actuación como de expresión un hecho que durante el aprendizaje es bastante limitado. Con ello, me refiero a que el modelo educativo pretende que todas las personas logremos un conocimiento básico. En las asignaturas de italiano y portugués, se nos ofreció escoger el contenido de todo el curso e incluso hacíamos roles delante de los compañeros. También, aunque no suelo intervenir en las explicaciones de los profesores, tengo muy buenos recuerdos con escritos de temática libre. Ya de pequeña me apasionaba la idea, como podéis ver:


¿Qué se me pasaría por la cabeza cuando escribí este juego tan ingenioso de palabras?


Por último, el constructivismo y socioconstructivismo (aquellos que consideran el aprendizaje como un proceso creciente). El conocimiento es progreso, se va adquiriendo desde el inicio y va creciendo con el paso del tiempo. Se trata de un punto intermedio donde los alumnos pueden desarrollarse de forma autónoma pero siguiendo las indicaciones del docente. Sin ninguna duda, con las redacciones en inglés que te dan un par de frases con diferentes ideas que tienen que salir en el texto.  


Cuando liberamos la imaginación, ofrecemos lo mejor de nosotros mismos


Espero que hayáis reflexionado con las diversas teorías psicológicas y cuáles habéis experimentado en vuestra educación. La siguiente entrada tratará sobre las metodologías para la enseñanza de lenguas, ¡hasta la próxima!

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